Rango de temperatura de funcionamiento industrial
Este módulo puede funcionar de forma estable y sin fallos durante un largo periodo dentro de un amplio rango de temperaturas. Gracias a esta opción, puede aplicarse con éxito, por ejemplo, en la industria del transporte y la automoción.
Alto contraste
La principal diferencia entre la tecnología LCD y la OLED es una cuestión de generación de luz. El panel LCD estándar necesita luz de fondo para iluminar sus píxeles y, por tanto, la imagen mostrada. Mientras que en la tecnología OLED, los propios píxeles son una fuente de luz emitida en el color adecuado.
La retroiluminación del módulo LCD hace que el negro obtenido nunca sea perfecto, porque parte de la luz atraviesa la matriz. Esta característica se hace especialmente evidente en una habitación oscura. En cambio, la tecnología OLED hace posible la desconexión completa de los píxeles seleccionados, de modo que la célula emite 0 cd/m2 consiguiendo un efecto de negrura perfecta. Una negrura perfecta y un brillo comparable al de la pantalla LCD dan como resultado un contraste y una legibilidad mucho mayores. Dependiendo de la iluminación externa, el contraste estático de la pantalla OLED es de 2000: 1 a infinito, alcanzando el valor más alto posible en la tecnología actual.