Contraste muy alto
La diferencia fundamental entre la tecnología LCD y la OLED es la cuestión de la generación de luz. Las pantallas LCD estándar necesitan una retroiluminación para iluminar sus píxeles y, en consecuencia, generar una imagen. En la tecnología OLED, en cambio, son los píxeles la fuente de la luz ya emitida en el color correspondiente.
La retroiluminación de las pantallas LCD hace que la negrura que producen nunca sea perfecta, ya que parte de la luz brilla a través de la matriz. Esto se nota especialmente en las habitaciones oscuras. La tecnología OLED, en cambio, permite apagar por completo píxeles seleccionados, de modo que una célula determinada emite 0 cd/m2 logrando un efecto de negro perfecto. Unos negros perfectos y un brillo comparable al de las pantallas LCD se traducen en un contraste y una legibilidad mucho mejores. Dependiendo de la iluminación externa, el contraste estático de la pantalla OLED oscila entre 2000:1 e infinito, alcanzando el valor más alto posible en la tecnología moderna.
Tiempo de respuesta rápido
Las pantallas OLED tienen un tiempo de respuesta más rápido que las matrices LCD. El tiempo de respuesta de las pantallas LCD estándar es de 200 ms y se debe a las propiedades del cristal líquido. En cambio, el tiempo de respuesta de los módulos OLED a 25 °C es inferior a 10μ seg. A temperaturas más bajas, la diferencia es aún mayor a favor de los OLED. Este resultado permite mostrar animaciones fluidas en pantallas OLED de hasta 100 fotogramas por segundo y anula el efecto fantasma a temperaturas excesivamente bajas (incluso sin circuitos de compensación incorporados).
Bajo espesor
Los materiales orgánicos utilizados en las pantallas OLED emiten su propia luz, por lo que no es necesaria una capa de retroiluminación adicional. Esto tiene un efecto muy positivo en el grosor de todo el módulo: en algunos modelos es incluso inferior a 1 mm. Las modernas pantallas delgadas son mucho más cómodas y versátiles en el diseño y montaje de la aplicación final, proporcionando un resultado final en línea con las últimas tendencias y diseño industrial.
Ángulos de observación completos
En las pantallas OLED, cada píxel emite luz de forma independiente justo en la superficie, de modo que la imagen mostrada es completamente legible cuando se observa desde cualquier ángulo de visión. En comparación, en la tecnología LCD, la capa emisora de luz está en la parte inferior y sobre ella se aplica una matriz transmisora de luz y filtradora del color. La imagen en una pantalla de este tipo sólo tiene un rendimiento óptico muy bueno cuando se mira en ángulo recto. Cualquier otro ángulo de visión reduce la transmisión de la luz. El resultado es un deterioro visible de la calidad de la imagen que se manifiesta en una disminución del brillo y el contraste.
Fuentes incorporadas
Todas las pantallas OLED estándar de Winstar incorporan cuatro juegos de fuentes: inglesa, europea, japonesa y cirílica. Con el multilingüismo, una solución de este tipo amplía la gama de aplicaciones en distintos mercados. Los desarrolladores de aplicaciones también pueden utilizar como iconos los caracteres seleccionados del conjunto de fuentes ampliado. Además, en el caso de las pantallas gráficas, la incorporación de fuentes agiliza enormemente el diseño de las aplicaciones, ya que no es necesario diseñarlas y programarlas ellas mismas, sino que basta con llamarlas.
Larga vida útil
La historia de las pantallas OLED es relativamente corta. Al principio, el principal inconveniente de esta tecnología era la corta vida útil de las células OLED (sobre todo las azules), lo que reducía considerablemente el abanico de aplicaciones de este producto. La investigación en I+D en curso ha dado sus frutos al superar este obstáculo. Hoy en día, en contra de la opinión popular y los mitos, la tecnología OLED se ha refinado lo suficiente como para ser utilizada con éxito en aplicaciones industriales. Actualmente, las pantallas OLED superan a los módulos LCD en todos los aspectos, con una vida útil que oscila entre las 50.000 y las 110.000 horas (según el color elegido).
Bajo consumo de energía
Gracias al uso de sustancias orgánicas especiales, la tecnología OLED permite que la luz se genere a sí misma. El panel OLED no requiere retroiluminación adicional y sólo consume la energía que necesitan los píxeles que se iluminan en cada momento para representar la información que se presenta. Gracias a esta solución, el consumo medio de energía de una pantalla OLED es significativamente inferior al de una pantalla LCD con retroiluminación estándar.